2º ronda del Torneo de Llanura Oscura: Drunes vs Orcos


Pese a que había pasado un día, la sangre estaba por todas partes, algunas manchas estaban secas, otras aun formaban charcos…En las tierras de Acheron la muerte era eterna y nunca conseguía tener paz, algo por lo que parecía ese lugar el mismísimo fin del mundo: el clima, las ruinas y los muertos vivientes, una locura de la que todos querían salir cuanto antes.

En general el ambiente era raro, los líderes de Acheron que presenciaban el evento estaban frustrados por la pérdida tan rápida de su banda. Entre ellos seguía estando el invitado anónimo, el cual había parado de escribir sus anotaciones para presenciar otro gran combate, uno que se antojaba rápido y violento.

Los orcos estaban furiosos, no se les estaba tomando enserio, ellos tenían que ganar el evento como fuese para hacerse notar, necesitaban ir a Cadwallon para matar a los Alquimistas, los cuales en este evento por desgracia habían perecido antes de lo previsto contra los Semielfos. Aun así debían ir a Cadwallon y arrasar en la competición, pero antes tenían un enemigo en frente, unos extraños seres… ¡Demonios!

La realidad era bien distinta para los Drunes, ellos se encontraban a gusto, aunque habían demostrado poco en el combate contra Cadwallon, los Formor estaban deseosos de bañarse en sangre de nuevo, su naturaleza buscaba eso, muerte y sufrimiento del enemigo.


Un cruce de miradas se antepuso al comienzo del combate, pero rápidamente se posicionaron, con algo de lentitud se arrastraron como pudieron por el asqueroso terreno lleno de sangre y algunos restos. Los orcos estaban bien organizados e irían directamente a por su objetivo real, acabar con la pareja de Formors antes de que pudiesen usar cualquier treta de las Tinieblas.


Con el primer contacto, los chacales se lanzaron de lleno a por los Formors que aun estaban distraídos con la sangre…El público al ver esa emoción empezó a vitorear de forma extraña y tenebrosa a los orcos, estos intercambiaron varios golpes con los Formors, pero ambos combates no obtuvieron nada en claro, todo seguía igual.


En el segundo lance, los Formors lanzaron varios golpes y tras un buen intercambio de brutales espadazos y hachazos, uno de los Formors aguantó mientras su cuerpo intentaba regenerase poco a poco, pero el pecho lo tenía abierto por la mitad…No tuvo tanta suerte el resto de combatientes, ya que el Formor que yacía decapitado en el suelo había atravesado antes la garganta del chacal y su compañero orco había muerto intentando rematar al Formor herido, todo un cruce de golpes mortales.


Los asistentes se quedaron bloqueados, había sido todo muy rápido y no sabían como aceptarlo, algo que derivó en algunos abucheos en contra de los Drunes al ver que el Formor que caminaba con seguridad hacia el ballestero orco podría acabar el evento pronto.


Aun así, los espectadores volvieron su mirada en el combate desigual entre el muerto viviente y el orco, el piel verde había lanzado un mazazo brutal al enemigo que lo había desmontado casi por completo, pero este volvió a levantarse de una manera casi milagrosa y lo miró fijamente, el orco no sabía con que más golpearle, por lo que la duda lo dejó vulnerable unos segundos en el que aprovechó el muerto viviente para levantar lentamente su hacha y bajarla…El orco tardó mucho en reaccionar y su cráneo fue partido por el arcaica arma.


Todo ocurría muy deprisa, los cadáveres eran numerosos y no habían pasado muchos minutos desde el inicio del combate, el ballestero temblaba con su arma en presencia del Formor, el cual le había intentado cortar en dos con su tenebrosa espada, pero este había reculado y se salvó gracias a su viejo casco. Por un momento el estúpido orco sacó valor de algún sitio y lanzó un ataque desesperado en un acto de valentía o de estupidez…Pero sorprendentemente el punzón de su ballesta atravesó la dura carne del Formor, el cual tardó en caer unos segundos más.


Este significativo acto explotó en una oleada de vítores y risotadas, animando al orco a terminar el trabajo frente a un desgastado muerto viviente.  El orco sonrió, se sentía con fuerza, no dudo, cargo de nuevo la ballesta y mientras el Drune avanzaba lentamente arrastrando su hacha, un virote atravesó su pecho dejándolo sin existencia terrenal.


Jamás el ballestero orco se había visto en una situación así, miembros de su equipo olvidaron a sus compañeros heridos y fueron directamente a mantear al héroe, había salvado una situación que se había complicado mucho, con todo en contra un simple ballestero sin puntería había acabado con dos rivales más poderosos que él.

El encapuchado soltó una risotada silenciosa en el interior de su sombreada figura, este desenlace no se lo esperaba y le agradaba que pudiese contar con unos orcos eufóricos en Cadwallon, tal vez podría aprovecharlos como aliados…Quizá toda la información que llevaba recabada en estos días infiltrado debiese tomarse en serio, pues necesitaba un plan para prevenir los planes de sus enemigos. 

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